Translate

martes, 1 de septiembre de 2020

Capitulo XVII - La vida de los "Weber"

 La vida de los "Weber"

Amigos en el Capitulo XII , les he comentado que en el acta de nacimiento de mi madre, el oficio de mi abuela fue consignado como "hilandera" en alemán "Weber".

Los oficios que podían realizarse en casa, eran motivo de orgullo y respeto por parte de sus vecinos hasta mediados del siglo XVII, por cuanto podían complementarse con la explotación de los campos circundantes a la casa. En las laderas escarpadas y con los largos inviernos, la agricultura fue siempre una empresa laboriosa y arriesgada. Ahora, los ingresos adicionales aparentemente seguros de estos oficios daba seguridad.

 

Madre y abuelo trabajan para aumentar ingresos 

En el caso particular de los hilanderos o Tejedores de la zona de Silesia los ingresos extras del tejido permitieron dividir las granjas en caso de herencia y estar satisfechos con tierras cada vez menos cultivables.

Se desarrolló una industria en las viviendas cada vez mas importante, que produjo un buen ingreso adicional.

Eso fue bien durante mucho tiempo, porque la ropa y el lino de las montañas de Silesia se habían convertido en un artículo comercial codiciado.

El comercio de telas impulsó a las ciudades de las colinas a la prosperidad. Reichenbach se convirtió en un centro del comercio de la lana. Waldenburg, que durante mucho tiempo fue poco más que un gran pueblo, debe su expansión exclusivamente a sus comerciantes de telas.

Los productos tejidos de Silesia tuvieron una gran demanda en los Balcanes, encontraron compradores en Polonia y en Rusia. Pronto los comerciantes húngaros aparecieron en las Montañas Búho para comprar directamente en la fuente; Los mayoristas del sur de Alemania y los Países Bajos establecieron sucursales para el comercio de la lana en Silesia. Los tejedores fueron casi cortejados y obtuvieron ganancias adecuadas por sus productos.

 

 Aprovechando la tibieza del sol , la madre cuida a su hijo mientras trabaja en la rueca

Pero los periodos de bonanza nunca duraron mucho en el Viejo Mundo. Pronto el avance de los turcos impidió las ventas al sureste y cuando Augusto ”El Fuerte” unió a Polonia y Sajonia bajo su cetro, el mercado polaco fracasó. Después de la fundación de San Petersburgo, Rusia ya no dependía de las importaciones por tierra, sino que prefería los países nórdicos. Los tejedores de Silesia perdieron sus áreas de venta más importantes.

Sin embargo los comerciantes ingeniosos aprovecharon la apertura del canal Friedrich Wilhelm entre los ríos Oder y Elbe para abrir nuevos mercados de ventas en Inglaterra, los Países Bajos e incluso en el extranjero, pero eso no ayudó mucho a los tejedores.

Un nuevo revés se produce ahora a mediados del siglo XIX con la revolución industrial en Inglaterra , con grandes fabricas y modernas maquinas impulsadas a vapor.

En una forma temprana de capitalismo, ahora estaban a merced de los dictados de precios de los comerciantes.

 

Siempre había alguien ocupándose de hilar

El nuevo sistema que se impone es que el Tejedor recibe el hilo de un empresario producía la tela y debía vender el producto a ese mismo empresario.

Aunque poseían los "medios de producción", dependían por completo del empresario o “donante”. Al principio las quejas fueron murmullos , pero más tarde a viva voz,  que los comerciantes suministraban mal hilo, engañaban al medir y luego se quejaban de la calidad de los productos terminados.

Aun así los tejedores todavía tenían su modesto sustento. La importancia del tejido de lino y lana se demuestra por los ingresos de la tesorería imperial, que solo de Reichenbach recauda 8.000-10000 Reichstaler (moneda de la época) en aduanas para artículos tejidos. Cuando los prusianos entraron en Silesia, los tejedores incluso fueron eximidos del servicio militar con el argumento de que un tejedor que trabajaba traía tanto para el estado como para alimentar tres soldados.

A principios de la década de 1840, la industria británica se convirtió en una competencia peligrosa para los fabricantes y editores textiles de Silesia. Los fabricantes de textiles de Inglaterra, equipados con máquinas modernas, entregaron sus productos al mercado mucho más baratos. Para poder vender más sus productos, los editores de Silesia intentaron vender sus productos tejidos a mano tan baratos como los capitalistas ingleses. Pero como no querían reducir sus ganancias bajo ninguna circunstancia, recortaron salarios. Los editores de las aldeas de Peterswaldau y Langenbielau en Silesia actuaron de forma especialmente extorsiva. Aquí los hermanos Zwanziger y los hermanos Diering explotaron a los tejedores de la manera más descarada.

 

Telar doméstico 

Varios miles de tejedores e hilanderos fueron empleados por estos grandes empresarios, que hacían alarde de su riqueza mientras los trabajadores pasaban hambre. Solo los hermanos Zwanziger tenían unos ingresos anuales de 30.000 táleros (moneda de plata). Por el contrario, un tejedor ganaba sólo 60 táleros al año incluso si su esposa e hijos trabajaban.

Como no había conciencia social por parte del estado, el hambre inundó a las cabañas de los tejedores y el pan reemplazó la carne.

Se cuenta que por estar tantas horas al telar la gente no disponía de tiempo suficiente como para cocinar los alimentos y en casos extremos debían contentarse con papas crudas.

Una consecuencia fue que la gente enfermó de “Tifus del Hambre” , enfermedad asociada a guerras y desastres donde la gente vive hacinada  y con escasas condiciones higiénicas, sanitarias o alimentarias, trasmitido por el piojo humano.

Quiero comentar todo esto, para que el lector pueda hacerse una idea de como una persona ( mi abuela) que había aprendido un oficio tan respetable en la época de sus abuelos, apenas se ganaba el sustento cuando nació mi madre.

A continuación agrego un cuadro de oficios que dieron origen a respectivos apellidos en tres idiomas.


Español

Alemán

Inglés

Herrera, Herrero, Ferrero, Ferrer

Schmidt

Shmitt, Schmith, Shmith

Sastre

Schneider

Taylor

Molina, Molinero,

Müller

Miller

Tejedor, Tejera, Tejeda

Weber




Fuente:

Weberland im Eulengebirge.

Por favor, si te ha gustado este capitulo  no olvides de compartirlo con tu red social, apretando el icono correspondiente 👇👇👇


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Este es un mensaje automático,
Leere tu mensaje a la brevedad y de ser posible te lo respondo.
Gracias por comunicarte.
Eduardo Muzykant

Resumen

Capitulo XLII - El viaje en Tren

  El viaje en Tren Continúo con el relato dejado en el capítulo XXXIX. Ya hacía varios días que el Cap Arcona había echado amarras en el...