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sábado, 17 de octubre de 2020

Capítulo XXIV - París

 

París

En el capítulo XXII, “Luxemburgo” les estuve contando como los tres violines “ Die Drei Fiedler” iniciaron su primer viaje fuera de Alemania, donde si bien habían sufrido  privaciones, éstas fueron básicamente por poder ahorrar suficiente dinero para llevar a sus padres /hermanas; pero habían logrado tocar en alguno que otro club nocturno y también en casamientos y fiestas, o sea actividades  normales que cualquier músico aspira.

Un poco envalentonados por los resultados deciden probar su suerte viajando un poco más lejos de la frontera y llegar hasta París.

El célebre "MOULIN ROUGE" en la los años 30

 El problema fundamental que se les presentó fue que ellos poseían visa de trabajo para Luxemburgo solamente y ninguna para Francia; pero claro, los controles fronterizos entre estos dos últimos países no eran demasiado rigurosos y lograron llegar a la “Ciudad Luz”, para ellos fue como haber llegado al paraíso mismo, la cuna de la cultura y también de la bohemia.

Donde al parecer todos vivían de su arte sin importarle sus ingresos, o sea idealismo puro.

Claro que la realidad se mostró diferente, en muchos de los  clubes nocturnos que se presentaron, les pidieron documentos, y obviamente las antinomias de Alemanes y Franceses surgieron rápidamente, 

Una razón era que las heridas de la primera guerra mundial  no habían cauterizado y la otra era que la excesiva agresividad de Hitler en sus discursos hacían prever nuevamente un enfrentamiento. Obviamente también en Francia había grandes industriales que veían en un enfrentamiento armado un rápido y astronómico enriquecimiento, entre ellos Dunlop y Michelin.

La situación de la clase trabajadora en los años 30 en Francia no era buena

 O sea hubo merma en los ofrecimientos en clubes y bares por sentimientos nacionalistas franceses que se oponían a todo lo que fuera Alemán, y lo mismo ocurría en fiestas o casamientos.

Así las cosas , solo quedaba apretarse los cinturones, buscar la pensión más económica que pudieron encontrar y buscar alternativas.

Y no es que se decidieron a esto o lo otro, directamente tomaron cualquier trabajo que les pudieran ofrecer por más bajo o denigrante que les pareciera.

Pasear enfermos en sillas de ruedas, podía ser en cierta manera bastante agradable, pero tenía el inconveniente que esto solo era posible en los días tibios y soleados, y tampoco aumentaba demasiado los ingresos, apenas era suficiente para el gasto (mínimo) diario.

Samuel “Mullie” Muzykant, tenía una particular facilidad para “imitar” el francés, y parecía que lo hablaba a la perfección, claro que no sabía lo que decía.

Así las cosas, se enteró de una empresa de cobranzas que incorporaba personal, los requisitos no eran demasiados, solo visitar la mayor cantidad de morosos posibles, y no había restricción de horarios, de día o de noche, día de semana o feriado, todo era bienvenido para incomodar al deudor y obligarlo a cancelar rápidamente su deuda.

Esto era fantástico pues en caso de encontrar un trabajo de músico, podrían aceptarlo como trío  y luego seguir él con la cobranza 

Claro que el trabajo era agotador, porque había que recorrer parís de “cabo a rabo”, y obviamente gastando lo menos posible, o sea ...de a pie.

Entonces uno de los dueños de la empresa, viendo que el francés de Mullie era paupérrimo, le escribió fonéticamente las preguntas básicas y las respuestas que posiblemente podría recibir.

Su saludo seria: _"Bonjour, je cherche Monsieur  XXX" ( buenos días busco al Señor XXX)

Respuestas posibles: _"Pas ici, reviens plus tard" (No está, vuelve más tarde)El respondería:  _"Je reviendrai jusqu'à ce que je le trouve" ( Volveré hasta encontrarlo)

Como podemos ver, no era mucho el vocabulario necesario, porque la empresa no se caracterizaba por su amabilidad sino por la efectividad. 

Pocas palabras  bien pronunciadas.

Otra variable que se podía producir que la persona que lo atendía dijera:

Il ne vit plus ici, il a déménagé ( Ya no vive , se mudo) 
 y el diría: _"Ne t'inquiète pas, je vais le trouver et le faire glisser par une oreille jusqu'à ce que je paie" (No se preocupe, yo lo voy a encontrar y lo arrastraré de una oreja hasta que pague)

Nuevamente apreciamos que la cortesía no era una virtud de la empresa, y que era fácil memorizar los posibles escenarios posibles.

Entonces…. ¿Que podría salir mal en este trabajo?, aparte claro que al final de la jornada sus pies estarían doloridos, llenos de ampollas y las suelas de los zapatos ya llenos de agujeros por el desgaste, lo que se remediaba colocando hojas de diario plegadas en su  calzado, además que los ingresos eran mínimos.

Mi padre y Joel Baran, mientras tanto probaban suerte como músicos callejeros “ a la Gorra”, si bien hubo ingresos , también estaban limitados a las inclemencias climáticas.

Pero poco después, fueron denunciados ante la policía por trabajar siendo extranjeros (Alemanes) sin el permiso pertinente.

Al principio la policía se acercaba y los intimaba bruscamente a retirarse, pero poco a poco el asunto se volvió más serio e incluso recibieron algún que otro bastonazo.

Entretanto, Mullie  tuvo un incidente que podría haber acabado muy mal, y fue el siguiente:

Al preguntar por el deudor, recibió como respuesta Il ne vit plus ici, que el interpretó como, -”Ya no vive, se mudó”

 Y según se lo habían indicado, respondió con tono intimidante : -” Ne t'inquiète pas, je vais le trouver et le faire glisser par une oreille jusqu'à ce que je paie” (No se preocupe, yo lo voy a encontrar y lo arrastraré de una oreja hasta que pague).

La respuesta de su interlocutor, un hombre muy fornido y colérico, fue de una violencia brutal, la emprendió a golpes de puño contra un hombre, aunque joven, cuyos músculos sólo se habían ejercitado para sostener un violín.

Tuvieron que acudir varios transeúntes para evitar que lo matara, finalmente una persona intervino como intérprete y aclaró la situación.

La respuesta del colérico señor había sido: _” mi hijo murió” y obviamente se sintió profundamente dolido con la respuesta: _”No se preocupe, yo lo voy a encontrar y lo arrastraré de una oreja hasta que pague”.

Igualmente Mullie tuvo que estar unos días hospitalizado para que sus heridas sanaran.

En el hospital de París

 

Al mismo tiempo, la policía fue muy directa y explícita, _Si esta noche están acá, no respondemos por sus vidas”

Era tiempo de volver a Alemania.

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Eduardo Muzykant

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