El sobretodo
Habíamos quedado en el capítulo anterior que los tres Violinistas “Die Drei Fiedler” habían ido a probar suerte en Luxemburgo, sin embargo acabo de recordar un episodio ocurrido poco antes del mencionado viaje.
El caso es que contrataron a mi padre para que tocara en una orquesta en un evento muy importante y como se podrá imaginar el lector , la presentación de los músicos debía ser acorde, o sea, de etiqueta.
Esto incluye camisa con pechera, puños y cuellos desmontables para dejarlos perfectamente almidonados y de esta manera luzcan impecables.
Que estos elementos fueran desmontables tenía una ventaja adicional, se podía llevar uno o varios juegos adicionales e intercambiarlos. Dado que en ocasiones la orquesta tenía más de una “entrada”, lo que significa que luego de actuar durante una hora o más, gozaban de un descanso y volvían a actuar, de manera volvían a estar perfectamente presentables sin rastro de transpiración o arrugas.
Si bien esta foto es de una época muy posterior ya que data de 1947,ilustra perfectamente como debían estar vestidos los músicos, en esta ocasión visten de frac. Mi padre esta en el centro de la imagen tocando guitarra de jazz.
Pues bien, debido a la importancia del contrato y del evento , se empezó a preparar varias horas antes.
Primero vino el baño, y hago un párrafo aparte sobre esto, porque no era tan fácil como lo es ahora y que cualquiera de nosotros “habitantes del siglo XXI” pueda imaginar. La razón es que la muchos de los departamentos de Alemania en la época entre guerras, no estaban adaptados a tener agua corriente o cañería de desagües, por lo que el baño debía “prepararse” y había que disponer de:
Un recipiente grande con agua bien caliente.
Un recipiente con agua fría .
Un recipiente más pequeño para mezclar.
Una palangana u otro para recoger usada agua
Jabón , la mayoría de las veces era el “blanco” que actualmente se usa para lavar la ropa o que los dermatólogos recomiendan por ser neutro sin perfumes y altamente eficaz.
El procedimiento consiste entonces en desvestirse de la cintura para arriba primero, mezclar el agua para obtener una temperatura adecuada y mojarse la cabeza tratando que todo el agua cayera en la palangana. El lavado del pelo se hacía mayormente con el mismo jabón ya mencionado, y luego del enjuagado con agua limpia se secaba el cabello.
Acto seguido se lavaba el cuello, axilas y pecho, usando el agua del enjuague del pelo y se enjuagaba con agua limpia.
Luego del secado, y debido que lo que estoy narrando era en invierno y con temperaturas de menos diez grados Celsius, era conveniente vestirse la parte superior y desvestirse la parte inferior, nuevamente se procede a lavarse con el agua del enjuague (ya mezclado con agua de lavado) para higienizar las partes íntimas y por último lavar los pies.
Seguidamente venía el afeitado, que era conveniente hacerlo con mucha calma , porque los cortes eran muy comunes y aunque se disimularan aplicando piedra de alumbre que tiene un fuerte efecto cauterizante , cerrando rápidamente la herida, se veían desprolijos.
El mismo jabón utilizado para lavar la ropa, bañarse y como champú, ahora servía bien para ser aplicado con la brocha para ablandar la barba.
Juego de utensilios para afeitar, listos para su uso
Seguro que en esa época existían productos específicos, pero o no estaban al alcance de mi padre o habría preferido ahorrar para el futuro viaje y dejar dinero a su madre y hermanas.
Finalmente se aplicaba algo de colonia que aparte de perfumar también tenía efecto desinfectante de las posibles heridas.
Estuche de viaje de mi padre, casi sin uso, conteniendo,brocha , maquinilla, frasco para colonia, recipiente para crema de afeitar o también podía usarse para talco, peine y un espacio para el espejo personal y las hojas de afeitar ( el espejo se debe de haber roto)
En el pelo se colocaba unas gotas de aceite perfumado para el pelo que realzaba las ondas que naturalmente se le formaban, aunque lo usara corto.
A continuación procedió a vestirse colocando ropa interior de “interlock” una tela abrigada, con calzoncillos largos debido al frío, dado a que todavía no se habían inventado las medias elastizadas, los hombres utilizaban ligas que evitaban que la formación de arrugas al bajarse, camisa,finalmente procedió a fijar los puños, cuello y pechera, colocarse el moño.
En ese momento miró la hora, y vio que disponía de mucho tiempo todavía hasta que lo pasaran a buscar, por lo que decidió posponer colocarse los pantalones a último momento, para evitar que la “raya” de los mismos se arrugara y se recostó en la cama para relajarse un poco.
Yo creo que en ese momento él se debe de haber quedado dormido, por cuanto recién tomó conciencia de la hora al escuchar la bocina del vehículo que lo buscaba.
Rápidamente se puso el saco, sombrero, el sobretodo o “trench coat” , tomó su violín y salió prestamente y bajando las escaleras saltando de a dos los escalones.
Estos sobretodos estuvieron de moda en la época en que ocurre este relato.
Tuvo que disculparse con sus compañeros por haber demorado tanto y así llegaron al salón.
Una vez allí, ya en el escenario, todos se quitan los abrigos y pueden imaginar la cara del director de la orquesta al ver todos los músicos en impecables pantalones negros y mi padre en blancos calzoncillos largos.
Con el apuro se obvió colocarse pantalón y por el abrigo tan largo no sintió frío en las piernas, con lo que hubiera percatado de su olvido
La solución? llamar por teléfono a casa ( afortunadamente tenían) y le mandaron el pantalón con un taxi.
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Eduardo Muzykant